El diseño gráfico es mucho más que saber elegir unos colores o realizar una composición bonita. El propósito final de un buen diseño gráfico es transmitir un mensaje, y generar una emoción. Un buen diseño gráfico tiene componentes estéticos y objetivos comerciales. Por ello, es fundamental que desde el departamento de marketing se transmitan correctamente los objetivos a cumplir, así como el público al que se quieren dirigir, para que el equipo de diseño gráfico pueda brillar. 

Diseño gráfico en marketing: la importancia de la creatividad

En un mercado hipersaturado, en el que cada vez encontramos públicos más exigentes, comunicar sin creatividad es un error que ninguna estrategia de marketing debería contemplar. Ofrecer algo diferente y fresco, tanto en el mensaje, como en recursos gráficos dota a la marca de carácter y autenticidad y la posiciona en un lugar referente en el mercado.

Impacto en la percepción y conexión con el consumidor

El diseño gráfico es un excelente vehículo de conexión social que va evolucionando al ritmo que lo hace esta. Un profesional del diseño gráfico tiene altas dosis empáticas y un profundo conocimiento de la psicología del consumidor, solo así, se puede establecer una conexión real con él. De nada sirve controlar distintas técnicas artísticas o programas de diseño gráfico si los recursos que se emplean están fuera de los códigos del público al que nos dirigimos.

¿Cómo lograr que una propuesta de diseño gráfico esté en sincronía con el mensaje principal? 

Hay piezas, como puede ser un cartel o catálogo, en el que las palabras forman parte del mensaje que se quiere transmitir, o incluso que son las protagonistas únicas de las mismas. Pero el lenguaje no verbal del diseño gráfico es potentísimo: composición, imágenes, tipografías, colores… todo transmite. Desde hipérboles visuales, que al igual que en el lenguaje son exageraciones, hasta símiles, que consiste en establecer una relación entre una característica de nuestro producto o servicio, con otro elemento.

Además, es común recurrir a distintos recursos que han sido empleados a lo largo de décadas (no solo en diseño gráfico, sino también a la hora de diseñar la experiencia de usuario en una web) como las leyes de la Teoría de la Gestalt, cuyas más conocidas son:

  • Cierre. Nuestra mente tiende a cerrar una figura, a completarla, aunque esta no lo esté. Este principio se utiliza especialmente en el diseño de logotipos.
  • Continuidad. Nuestro ojo va a seguir siempre el camino visual más suave y coherente, creando líneas aunque no existan. Este recurso es muy útil cuando por ejemplo queremos guiar la mirada del espectador hacia un punto concreto.
  • Semejanza o similitud. Nuestra mente agrupa elementos que, estén o no próximos entre sí, guardan una relación de forma, color, tamaño o textura.
  • Figura y fondo. El cerebro ve un objeto separado de lo que le rodea y lo coloca como figura sobre un fondo.
  • Simetría. Los elementos que guardan un orden o simetría, son visualizados como parte de un grupo. La simetría suele transmitir estabilidad, orden y equilibrio. Lo cual puede ser justo lo que necesitemos. Pero también se puede jugar con todo lo contrario, la asimetría, para transmitir dinamismo y originalidad.

El rol fundamental de una agencia especializada en diseño gráfico

La profesión de diseñador gráfico ha ido cogiendo más y más peso con el paso de los años y hoy en día es incuestionable el valor que aporta su tarea a la correcta comunicación de una marca, así como en la ejecución de cualquier plan de marketing.

Estos profesionales suelen estar contratados o bien dentro de la propia empresa, cuando esta ya tiene cierto volumen, o en agencias especializadas en diseño gráfico, publicidad, diseño digital… Contar con la ayuda de una agencia desde el inicio de un proyecto, o lo antes posible, ayuda a cualquier empresa a evolucionar de manera más directa hacia sus objetivos de comunicación y marketing.

Cómo escoger la agencia de diseño perfecta

A la hora de elegir una agencia para contratar sus servicios de diseño gráfico es importante asegurarse de su experiencia en este campo, puesto que es común que una agencia pueda tener un gran bagaje en, por ejemplo, identidad corporativa, pero no es diseño gráfico. O viceversa. 

Y si al leer esto has pensado: “¿pero no es lo mismo?”, te explicamos brevemente su diferencia: la imagen corporativa es el conjunto de elementos visuales y comunicativos que construyen la identidad visual (logotipo, colores de marca, tipografía…) y percepción de una marca; mientras que el diseño gráfico tiene la labor de ordenar y conectar ideas para de forma estética y estratégica poder comunicarlas.

Dicho esto, cuando te veas ante una necesidad y quieras contactar con una agencia, te invitamos a conversar directamente con algún representante para ver si hay feeling y ver proyectos concretos que puedan ser similares a la necesidad que tengas sobre la mesa. Así tendrás un buen filtro para entrar a valorar si estás escogiendo la agencia que tu proyecto se merece.

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